MALVINAS 2000 - Capitulo I - Página 008

Peter.-Ya con esto te aseguraste que viaje a la Argentina sí o sí...; por supuesto que todo es posible, muy difícil de aceptar en primera instancia, pero sí factible.

Imagínate que hoy en día aquí en la Tierra estaría disponible similar tecnología... Pienso que si se armara un buen programa para el caso, en pocos años podríamos estar capturando asteroides en el espacio, colocarles una especie de reproductor de mensajes dentro de algo similar a las cajas negras de los aviones, para hacerlo casi indestructible, y direccionarlos hacia algún cuerpo espacial lejano.

La fantasía de hoy puede ser la realidad de mañana, así lo ha demostrado infinidad de veces nuestra historia.

J.C.-Entonces cuento con tu viaje como un hecho. Me avisás el día de llegada para ir a buscarte. Pienso querrás ver también el lugar preciso donde lo hallé.

Peter.-Por supuesto, iríamos al cráter a examinarlo de nuevo, pero con otra óptica.

OK, quedamos en que preparo el viaje y te aviso el día y hora de arribo a Río Cuarto. ¿Te parece bien?

J.C.-Me parece re-bárbaro como dicen ahora. Entonces espero tu aviso. Besos a Barbara y un afectuoso abrazo a ti.

Peter.-Igualmente para ti y Alicia. Nos hablamos. Hasta entonces.

Realmente el tener al Profesor Peter Schultz investigando sería toda una garantía para avanzar sobre este fenómeno.

En esos momentos sale Gustavo de su habitación, y nos comenta que mientras estuvo recostado con el huevo, percibió también que éste cambiaba de temperatura, asemejándose a la del cuerpo humano. Y vio que a pesar de mantenerse su color blanco opaco lechoso, parecía como si se iluminara por dentro e irradiara algún tipo de luz, que no alumbraba de por sí, pero al oscurecer el dormitorio observamos que el huevo tenía como un resplandor interior, similar a los objetos fosforescentes que los hacemos cargar de luminosidad y luego los observamos en la oscuridad.

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