MALVINAS 2000 - Capitulo I - Página 002

Me agaché y toqué su superficie completamente lisa y fría. Con las manos escarbé un poco en la arena y le desenterré; su forma era como un gran huevo de unos cincuenta centímetros, pero perfectamente ovalado y sumamente liviano.

Ahora sí estaba totalmente intrigado. ¿Qué sería?

Ya no tenía dudas que estaba ligado con el meteorito. Mientras lo sostenía entre mis manos empecé a experimentar una rara sensación de bienestar y paz, como ésas que se suelen tener después de concurrir a misa o hacer una pequeña obra de bien.

Cargué el "huevo", la presa y mi escopeta y me dirigí a la sombra de un árbol cercano, ya casi en la pared donde termina el médano. Allí me saqué el bolso de caza y me senté en el suelo con el huevo entre las manos, la sensación de bienestar persistía y sentía una gran tranquilidad interior. En ese momento noté que el huevo ya no estaba tan frío como al principio, tenía ahora aproximadamente la misma temperatura de mi cuerpo. Eso me llamó aún más la atención y empecé a darme cuenta que había descubierto algo sumamente interesante.

¿Podría ser realmente un huevo de algún animal prehistórico o desconocido?. ¿Tenía vida?

Mi mente empezó como a recibir imágenes confusas, me asusté y lo deposité nuevamente en el suelo, de inmediato dejé de percibirlas. La sensación de bienestar perduraba.

Me puse a pensar qué haría con él -a esta altura ya estaba bastante convencido de que era un huevo real-, tal vez lo más conveniente sería llevarlo a la Universidad de Río Cuarto, o hablarle a Peter Schultz, el científico de los Estados Unidos que investigó los cráteres y que tiene a su disposición una gran aparatología para estudios.

Realmente estaba muy confundido. Lo lógico era intentar esclarecer mis pensamientos, por ello es que me dispuse hacer un intervalo comiendo algo.

Saqué del bolso una rica manzana y a pequeños y pausados mordiscos la terminé en unos diez minutos, tiempo suficiente para decidir los pasos a seguir de inmediato.

Mientras, pensaba en la película Parque Jurásico, y creía ser el poseedor de uno de esos famosos huevos de dinosaurios.

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