MALVINAS 2000 - Capitulo III - Página 019

Pasados varios días había aprendido muchas cosas con el huevo. Era más bien un problema de alta concentración. A mayor de ella, mejor comunicación. Por lo tanto todos los días que podía, elegía mis horas libres dentro de los momentos de mayor quietud en mi casa y en mi mente.

Ello me proporcionaba muy buenos resultados. Esta especie de transmisor actuaba íntimamente ligado al pensamiento. Día a día me daba cuenta que lograba más comunicación. Y yo trataba de concentrarme profundamente, sobre todo aprendiendo técnicas de varios libros que ojeaba de la biblioteca de mi esposa Alicia, profesora de yoga.

Esto me fue de gran utilidad para el futuro.

Mi deducción lógica era que si a una inteligencia muy superior a la nuestra o similar, se le ocurriera enviar mensajes por el espacio por medio de algún artefacto, y suponiendo que tuviesen la técnica de que éste llegara intacto a destino, el gran problema a solucionar sería la comunicación. ¿Cómo lo resolverían?

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