MALVINAS 2000 - Capitulo I - Página 005
Realmente estábamos los cuatro demasiado excitados, pero con una forma de sentir muy placentera, y hablábamos sobre esa especie de "mensajes" que supuestamente yo había recibido por intermedio del huevo. Tratábamos de ponernos de acuerdo si habían sido reales o sólo una ilusión de mi parte. Gustavo, que siempre tuvo alma de investigador y curioso, se llevó el huevo a su pieza para recostarse junto a él y tratar de establecer "contacto" con La Inteligencia. Mientras, habíamos decidido llamar a Peter Schultz, a su casa particular de Providence (Rhode Island) y solicitarle su opinión sobre este extraño suceso. Eran las diecisiete y treinta horas en Argentina, por lo tanto en Providence sería una hora más tarde, y al ser sábado estaba casi seguro de encontrarlo. Disqué y me atendió su esposa Barbara, como siempre tan amable, me explicó que su marido estaba en esos momentos en la Universidad de Brown -donde trabaja como profesor-, estudiando un material que le hizo llegar la NASA, la cual lo consulta periódicamente sobre características de cráteres en diferentes planetas. El se especializa en ese tema. Convinimos con Bábara en que le avisaría a la Universidad para que Peter me llamara directamente. Nos dispusimos a tomar el té mientras esperábamos su llamado. No habrían pasado diez minutos cuando sonó la campanilla del teléfono, era él. Peter.-¿Cómo estás Juan Carlos?. Hace tiempo que no nos vemos. Barbara me dice que tenés algo interesante para consultarme. J.C.-Estoy realmente muy bien Peter, no te podés imaginar lo bien que me siento en estos momentos... Sí, realmente hace mucho tiempo que no nos vemos, desde que viajaste en febrero de 1992 hacia la Argentina, y presentaste tu trabajo sobre los cráteres de Río Cuarto a la Academia de Ciencias de Córdoba. Fue todo un acontecimiento. |
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